La propuesta de concurso comprende la salida sur del río Manzanares, atravesando múltiples infraestructuras de transporte e instalaciones existentes como depuradoras, depósitos y escombreras, que caracterizan el espacio como el gran sumidero de la ciudad.

 La apuesta consiste en reconvertir el ámbito para constituirse en una “fábrica de bosque” mediante la implantación de un vivero forestal y un vivero de suelos que abastezcan a todo el Bosque Metropolitano. Se consolida la recuperación de espacios degradados mediante su reforestación, se refuerzan las conexiones territoriales y se reconquistan espacios para los vecinos en los ejes del Manzanares y del arroyo de la Gavia. Se prioriza la economía circular a través de la reutilización de residuos urbanos (lodos, orgánicos, etc.) y se completa la oferta social a través de un Campus Agroecológico en la EDAR de la China, tras su desmantelación, revitalizando esta parte del sureste madrileño.